jueves, 10 de diciembre de 2015

Entrevistas y grupo de discusión (José Luis)

Buenos días chicas,

Una vez realizada mis entrevistas todos mis participantes coinciden en que el río Guadalquivir es efectivamente un elemento cohesionador. Esto es debido a que se trata de un espacio público donde todas las personas se pueden relacionar entre sí fácilmente. Sin embargo, al igual que dijo Cristina, mis entrevistados coincidieron también en que faltan alrededor de esta zona del río más espacios verdes donde disfrutar la población y que están presentes pocos espacios públicos ya que en algunas zonas se produce un almacenamiento de diversos productos.
Aunque también coinciden en que esta zona del río está la mayor parte del tiempo limpia sin haber mucha suciedad y por lo tanto, debido a estos factores, consideran y se considera al río Guadalquivir completamente cohesionador y poco un elemento disgregador.

Por otra parte, me han interesado mucho otras dos entradas del blog urban-networks las cuales son las siguientes:
Etapa 6: La Corta de la Vega de Triana, el Tapón de Chapina y el desvío del Guadaíra (1948-1949)
Las catastróficas riadas de 1947 (por desbordamiento del Guadalquivir) y de 1948 (por la crecida de los arroyos orientales) pusieron de nuevo el foco en el problema de las inundaciones. En 1948 se decide una nueva transformación de los cauces fluviales, comenzando a trabajar en tres frentes.
El primero fue la Corta de la Vega de Triana que llevaría las aguas del Guadalquivir sin pasar por el suroeste de Sevilla. De esta forma, esa parte de la ciudad quedaría desvinculada del flujo principal del rio. Con esta intervención se recuperaba el uso del brazo de San Juan que había quedado abandonado con la construcción de la Corta de Tablada y el desecado del meandro de Los Gordales. Para reconducir las aguas se creó el aterramiento conocido como el Tapón de Chapina. Este freno se encontraba en el entorno de la estación ferroviaria de Córdoba (luego llamada de Plaza de Armas, espacio que finalmente, tras desaparecer el ferrocarril, se reconvertiría en un centro comercial). El tercer acto de este proceso fue la construcción de la esclusa de la Punta del Verde (en el punto de reunión del cauce del rio con el final de la Corta de Tablada) que ya había sido comenzada en 1930 pero no se finalizaría hasta 1949.
El cauce activo del rio discurriría desde entonces por el oeste, siguiendo la Corta de la Vega de Triana y el brazo de San Juan. Curiosamente, esta operación unió gracias al aterramiento de Chapina lo que siempre había estado separado (Triana y Sevilla) y separó, por la Corta de la Vega de Triana, lo que siempre había estado unido (Triana y La Cartuja). La consecuencia fue la transformación de parte del antiguo cauce del rio (desde la Estación de Córdoba) y de la Corta de Tablada en una dársena portuaria que se denominaría Dársena/Canal de Alfonso XIII.
Por otra parte, la solución adoptada en 1916 para la desembocadura del rio Guadaíra (directamente en la Corta) generaba muchos inconvenientes a las instalaciones portuarias.  Esta situación anómala, se solucionó en 1949, con la ejecución del Plan Delgado Brackembury, que desvió su parte final haciéndola discurrir en paralelo a la Corta para llevar la desembocadura a la zona de la Punta del Verde.

Etapa 3: El desvío del arroyo Tagarete (1849 y 1903)
La amenaza de inundaciones no solamente provenía del Guadalquivir. Los arroyos (Tagarete, Tamarguillo, Ranilla) y  el río Guadaíra, procedentes de la comarca de Los Alcores, han sido responsables de algunas de las riadas más desastrosas para la ciudad. Pero el caso más flagrante era el del arroyo Tagarete debido a su proximidad a la ciudad (discurría paralelo a la antigua muralla en su tramo suroriental, continuando su recorrido por la actual calle San Fernando, para desembocar en el Guadalquivir junto a la Torre del Oro). El arroyo no solo provocaba inundaciones, sino que era un impedimento para el desarrollo de la ciudad por el sur.
Las intervenciones en este arroyo comenzaron en 1849. En ese año se soterró su parte final (la actual calle San Fernando) para posibilitar el paso sobre el cauce. Pero esta actuación se reveló insuficiente y, finalmente, se optó por desviarlo hacia el arroyo Tamarguillo (siguiendo el trazado proyectado en 1903 por el ingeniero Javier Sanz Larumbe) liberando la parte sur de la ciudad de su inconveniente presencia.

http://urban-networks.blogspot.com.es/2014/03/sevilla-y-el-rio-guadalquivir-una.html

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